Oscar Mejía: el baterista venezolano que marca el pulso de la música cristiana contemporánea

En el circuito global de la música cristiana contemporánea, el nombre de Oscar Mejía resuena con fuerza. El baterista venezolano, actualmente radicado en Miami, ha conquistado reconocimiento internacional gracias a su virtuosismo, sensibilidad artística y espíritu colaborativo, elementos que lo han convertido en un referente del género.

Desde sus inicios en Venezuela, Mejía se formó bajo la guía del maestro Luzbel Leonardo Jiménez, experiencia que cimentó una sólida base técnica y una visión interpretativa profunda. “El mayor regalo de mi formación fue aprender a escuchar la música desde adentro, no solo a tocarla”, asegura el artista.

A los 23 años, se trasladó a Los Ángeles, donde comenzó a colaborar con figuras de gran influencia en la adoración cristiana, como Marcos Brunet, Lucas Conslie y Misty Edwards, fortaleciendo su proyección internacional.

En la actualidad, su talento lo conecta con referentes como el brasileño André Aquino, ganador de un Latin Grammy, y Alessandro Vilas Boas, músico de gran alcance en plataformas digitales de adoración.

El legado discográfico de Mejía también refleja su versatilidad en el ámbito de la producción. Ha trabajado junto a Yoelkys “Yoelkeys” Vivas, músico y productor galardonado con una placa de Billboard, y con Bernardo “Berly” Anzola, con quien ha participado en proyectos de gran impacto dentro de la música cristiana venezolana. Además, ha colaborado con productores de renombre como Yein González y Daniel Espinoza —ambos ganadores del Latin Grammy—, así como con Alejandro Salas y Samuel Hernández, consolidando un historial de excelencia técnica.

Su versatilidad lo ha llevado a grabar con artistas como la cantante cristiana Wally Tucker y el dúo venezolano Adrián y Daniela, bajo la dirección de Hernández. La crítica especializada lo ha destacado por su capacidad de adaptarse tanto a las producciones en estudio como a las presentaciones en vivo, aportando siempre un pulso firme y una emoción auténtica.

“Cada proyecto es una oportunidad de servir a la música y al mensaje que lleva”, afirma Mejía con humildad, reflejando su enfoque espiritual y artístico.

Hoy, Oscar Mejía representa una presencia venezolana que trasciende fronteras, marcando con su batería el ritmo de una generación que encuentra en la música cristiana contemporánea un espacio de conexión y fe.