Peñosky: El streamer que nació desde Neiva y hoy se consolida como una de las nuevas caras del streaming en Colombia
Desde una pequeña habitación de Neiva, Huila, hasta escenarios y eventos en Pereira y el Eje Cafetero: así se ha construido la historia de Peñosky, uno de los streamers emergentes más prometedores del país, cuya autenticidad, disciplina y conexión con la comunidad lo han llevado a convertirse en una figura en ascenso dentro del ecosistema digital colombiano.
Su camino comenzó en 2018, cuando un amigo lo motivó a subir pequeños clips de sus jugadas de Free Fire en TikTok. Su primer video alcanzó 100 reproducciones en apenas una semana, un número que, aunque hoy parezca pequeño, fue el impulso que necesitaba para creer en su potencial. Desde entonces, no ha dejado de crear contenido.
El primer stream: una cámara, 1.000 seguidores y un sueño enorme
El crecimiento en TikTok lo llevó a explorar el streaming. Con apenas 1.000 seguidores y sin un equipo profesional, encendió su primera transmisión en la plataforma Booyah. Lo hizo por una sola razón: la comunidad que comenzaba a formarse alrededor de su contenido. Aunque era tímido y sufría miedo escénico, encontró en el streaming una vía para romper sus propios límites.
“No nací con los mejores equipos ni con los mejores recursos, pero sí con las ganas de intentarlo”, recuerda.
Sus primeros modelos a seguir fueron Donato y Luay, figuras claves en el mundo del Free Fire y el contenido gamer. Con el paso de los años, el destino lo sorprendió: no solo llamó su atención, sino que hoy ya ha compartido con ellos por videollamada e Instagram.
En el universo del streaming, su mayor referente sigue siendo Westcol. Su meta es clara: algún día compartir directo con él y, con la fe que lo caracteriza, afirma que tarde o temprano sucederá.
Aunque no todos entendieron al inicio que el streaming podía ser una carrera, hubo cuatro personas incondicionales: su mamá, su hermana, su abuela y su cuñado. Con el tiempo, todo su círculo familiar se sumó al proceso, celebrando cada avance y reconociendo que Peñosky había encontrado su camino.
Hoy, Peñosky describe su contenido como “a otro level”: más confiado, auténtico y cercano. Pasó de grabar videos de un solo juego a realizar eventos locales, colaborar con artistas nacionales e internacionales y trabajar de la mano de marcas como Papos Campestre, la Universidad CIAF, Vell Artis y Vapers Prince.
Su elemento diferenciador es claro: la “P”, símbolo que representa su apodo y que se ha convertido en una marca viral entre su comunidad. “La P ya está sonando, ya se está pegando. Y apenas estamos empezando”, afirma.
El punto de quiebre en su carrera llegó cuando empezó a colaborar con artistas y a realizar eventos presenciales.
Su proyecto estrella, “La Recocha”, ya suma dos ediciones exitosas en Pereira y el Eje Cafetero, posicionándolo como un creador capaz de mezclar entretenimiento digital con experiencias en vivo.
Para Peñosky, llevar la bandera de Colombia en el ecosistema del streaming es una motivación permanente. Sueña con convertirse en el streamer más grande del país y asegura que llegó “para quedarse y para hacer temblar a los que ya están en la cima”.
También reconoce el impacto que creadores como Westcol han tenido en la industria: “Colombia está creciendo fuerte en digital, y estamos listos para representar como se debe”.
